jueves, 15 de marzo de 2012

de repente

llega un momento en el que se toca fondo....no sé si en el buen o mal sentido de "tocar fondo"...sí en el sentido de que ya agotaste todas las opciones y no se sabe qué más hacer....seguir igual?...partir de 0?....irme a otro lado para olvidar todo lo de acá y empezar cosas nuevas?...

no sé....lo que sí sé...y no me cabe duda....es que cuando estás en esas....como que uno tiende a levantar la vista....no es que uno no lo haya hecho antes... porque dentro de todas las cosas a las que uno acude obviamente en algún momento está Dios....pero no creo que sea de corazón....es más bien algo automático...lo que nos han enseñado a hacer...lo que como cristianos "deberíamos" hacer...

sin embargo....existe un cambio radical que se da cuando se pasa de esa actitud externa...a una actitud de corazón....es ahí cuando uno...al dejar de mirarse (con todos los esfuerzos..sentimientos...pensamientos...etc que conlleva) y al poner la atención en lo importante...todo encuentra sentido...

es como si cada situación se posicionara en el puesto que le corresponde....y todo comienza a tener su por qué....ya no son vivencias sueltas...no....lo que sucede es que tenemos tantas cosas frente a nosotros que nuestra vista se limita

es como tratar de ver un barco que se encuentra a lo lejos....pero hacerlo estando nosotros dentro de una casa con vidrios sucios....
cuando salimos de la casa y nos acercamos al barco...todo cambia!....encontramos los detalles...las tonalidades....

aprendemos a decir lo que tenemos que decir
aprendemos a callar lo que no tiene que ser dicho
aprendemos a pensar lo que tenemos que pensar
aprendemos a desechar lo que no tenemos que pensar

ahí....naturalmente cambia nuestra forma de ser externa....porque algo cambió dentro de nosotros....y nunca volverá a ser igual....

es muy distinto decir Dios es bueno porque lo dice la Biblia....a decirlo porque bien lo sé...